11 dic 2012

Hay gente que vive así

6 dic 2012

Si a tu corazon yo llego igual, todo siempre se podra elegir.
No me escribas la pared, solo quiero estar entre tu piel.
Y si acaso no brillara el sol, y quedara yo atrapado aqui,
no veria la razon en seguir viviendo sin tu amor...
y hoy que, enloquecido vuelvo buscando tu querer,
no queda mas que viento...no queda mas que viento.
Y si acaso no brillara el sol, y quedara yo atrapado aqui,
no veria la razon de seguir viviendo sin tu amor...ah...
Oh! y hoy que, enloquecido, vuelvo! buscando tu querer,
no queda mas que viento, no!, no queda mas que viento.
Y si acaso no brillara el sol y quedara yo atrapado aqui,
no veria la razon de seguir viviendo sin tu amor.

Y hoy que enloquecido vuelvo, buscando tu querer,
no queda más que e l v i e n t o o . . .

26 jul 2012

¿Tener o ser?

¿Es posible tener amor? Si se pudiera, el amor necesitaría ser una cosa, una sustancia susceptible de tenerla y poseerla. La verdad es que no existe una cosa concreta llamada "amor".
Experimentar el amor en el modo de tener implica encerrar, aprisionar o dominar el objeto "amado". Es sofocante, debilitador, mortal, no dador de vida. Lo que la gente llama amor la mayoría de las veces es un mal uso de la palabra para ocultar que en realidad no ama.
Carece de sentido decir: "tengo un gran amor". El amor no es algo que se pueda tener, sino un proceso, una actividad interior a la que se está sujeto. Puedo amar, puedo estar enamorado, pero al amar, no tengo... nada.

11 jun 2012

Hoy es AHORA.

No sé muy bien de mi suerte después de la muerte,
pero siento que me esquiva.
 Llueve si llega el descanso, 
y cuando tengo trabajo el sol derrite la esquina. 

 Debo reconocer, 
no es culpa del clima que siga rifando mis días así.
 Si no me animo a hacer lo que está en mi ser, 
el mandato pesa, la razón espesa y el deseo se echa a perder. 

Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir que morir en la duda.
 Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir, animarse por fin.
No sé muy bien de mi suerte cuando vuelva a verte,
 puede que siga dormida.
Tarde o temprano me cansa ese mismo relato, 
película conocida.

 Debo reconocer, 
no es culpa de tanta rutina que siga quedándome aquí.
 Si no me animo a hacer lo que está en mi ser, 
el mandato pesa, la razón espesa y el deseo que se echa a perder.

 Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir que morir en la duda. 
Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir... 

Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir que morir en la duda. 
Hoy es ahora, mañana nunca. 
Mejor errar y seguir, animarse por fin. 

Hoy es ahora, mañana nunca.
 Que el deseo no se eche a perder. 
Que el deseo no se eche a perder.

 Hoy es ahora, mañana nunca. 
Que el deseo no se eche a perder.
 No se eche a perder...

1 jun 2012

Bs As NY

El cielo es una autopista la ciudad huele a formol 
Elefantes de metales y montañas de hormigón 
Nauseabundos policías, pirotécnica función 
El teatro esta repleto y la muerte es el telón
Quieren meterte en el Borda o guardarte en un cajón 
Las pirañas de corbata te estrujan el corazón 
Con la mierda en las rodillas es difícil caminar 
Podrán joder el camino pero no nos detendrán 
Hoy no, no, no ya no 
Ellos tienen oficinas, yo solo te tengo a vos 
En verdad últimamente no me queda ni tu olor 
Será que extraño tus gritos, tu locura es mi motor 
Será que extraño esos besos que siempre dicen que no 
Bondis en Saavedra, birome y bandoneón 
Será que nunca conocí New York 
Tu acento de porteña, cuervos alrededor 
Y esto esta oliendo a Bs As New York 
Tu caparazón violeta, tu gusano con 
Me estoy muriendo en Bs As New York 
Los corderos se deshacen en el buche del pastor 
Un satélite agridulce saboriza nuestro show 
Una bolsa de esqueletos patrocina al comensal 
Y le escarba los colmillos con paciencia de hospital 
Un naipe sobre la mesa, me carteo una ilusión 
Grito truco a los recuerdos, falta envido y faltas vos 
Las calles son un pantano, nena sos mi ventiluz 
Sonrió para la foto luego dijo glu, glu, glu, glu, glu, glu, glu. 
Fuiste mi mejor poesía, fuiste mi mejor canción 
Si el verbo esta en pasado no fue por mi decisión.

21 may 2012

Viejo con árbol



A un costado de la cancha había yuyales y, más allá, el terraplén del ferrocarril. Al otro costado, descampado y un árbol bastante miserable. Después las otras dos canchas, la chica y la principal. Y ahí, debajo de ese árbol, solía ubicarse el viejo.

Había aparecido unos cuantos partidos atrás, casi al comienzo del campeonato, con su gorra, la campera gris algo raída, la camisa blanca cerrada hasta el cuello y la radioportátil en la mano. Jubilado seguramente, no tendría nada que hacer los sábados por la tarde y se acercaba al complejo para ver los partidos de la Liga. Los muchachos primero pensaron que sería casualidad, pero al tercer sábado en que lo vieron junto al lateral ya pasaron a considerarlo hinchada propia. Porque el viejo bien podía ir a ver los otros dos partidos que se jugaban a la misma hora en las canchas de al lado, pero se quedaba ahí, debajo del árbol, siguiéndolos a ellos.

Era el único hincha legítimo que tenían, al margen de algunos pibes chiquitos; el hijo de Norberto, los dos de Gaona, el sobrino del Mosca, que desembarcaban en el predio con las mayores y corrían a meterse entre los cañaverales apenas bajaban de los autos.

--Ojo con la vía, alertaba siempre Jorge mientras se cambiaban.

--No pasan trenes, casi, tranquilizaba Norberto. Y era verdad, o pasaba uno cada muerte de obispo, lentamente y metiendo ruido.

--¿No vino la hinchada?, ya preguntaban todos al llegar nomás, buscando al viejo-. ¿No vino la barra brava?

Y se reían. Pero el viejo no faltaba desde hacía varios sábados, firme debajo del árbol, casi elegante, con un cierto refinamiento en su postura erguida, la mano derecha en alto sosteniendo la radio minúscula, como quien sostiene un ramo de flores. Nadie lo conocía, no era amigo de ninguno de los muchachos.

--La vieja no lo debe soportar en la casa y lo manda para acá, bromeó alguno.

--Por ahí es amigo del referí, dijo otro. Pero sabían que el viejo hinchaba para ellos de alguna manera, moderadamente, porque lo habían visto aplaudir un par de partidos atrás, cuando le ganaron a Olimpia Seniors.

Y ahí, debajo del árbol, fue a tirarse el Soda cuando decidió dejarle su lugar a Eduardo, que estaba de suplente, al sentir que no daba más por el calor. Era verano y ese horario para jugar era una locura. Casi las tres de la tarde y el viejo ahí, fiel, a unos metros, mirando el partido. Cuando Eduardo entró a la cancha --casi a desgano, aprovechando para desperezarse-- cuando levantó el brazo pidiéndole permiso al referí, el Soda se derrumbó a la sombra del arbolito y quedó bastante cerca, como nunca lo había estado: el viejo no había cruzado jamás una palabra con nadie del equipo.

El Soda pudo apreciar entonces que tendría unos setenta años, era flaquito, bastante alto, pulcro y con sombra de barba. Escuchaba la radio con un auricular y en la otra mano sostenía un cigarrillo con plácida distinción.

--¿Está escuchando a Central Córdoba, maestro? --medio le gritó el Soda cuando recuperó el aliento, pero siempre recostado en el piso. El viejo giró para mirarlo. Negó con la cabeza y se quitó el auricular de la oreja.

--No sonrió. Y pareció que la cosa quedaba ahí. El viejo volvió a mirar el partido, que estaba áspero y empatado. Música dijo después, mirándolo de nuevo.

--Algún tanguito?, probó el Soda.

--Un concierto. Hay un buen programa de música clásica a esta hora.

El Soda frunció el entrecejo. Ya tenía una buena anécdota para contarles a los muchachos y la cosa venía lo suficientemente interesante como para continuarla. Se levantó resoplando, se bajó las medias y caminó despacio hasta pararse al lado del viejo.

--Pero le gusta el fútbol --le dijo--. Por lo que veo.

El viejo aprobó enérgicamente con la cabeza, sin dejar de mirar el curso de la pelota, que iba y venía por el aire, rabiosa.

--Lo he jugado. Y, además, está muy emparentado con el arte --dictaminó después--. Muy emparentado.

El Soda lo miró, curioso. Sabía que seguiría hablando, y esperó.

--Mire usted nuestro arquero --efectivamente el viejo señaló a De León, que estudiaba el partido desde su arco, las manos en la cintura, todo un costado de la camiseta cubierto de tierra--. La continuidad de la nariz con la frente. La expansión pectoral. La curvatura de los muslos. La tensión en los dorsales --se quedó un momento en silencio, como para que el Soda apreciara aquello que él le mostraba--. Bueno... Eso, eso es la escultura...

El Soda adelantó la mandíbula y osciló levemente la cabeza, aprobando dubitativo.

--Vea usted --el viejo señaló ahora hacia el arco contrario, al que estaba por llegar un córner-- el relumbrón intenso de las camisetas nuestras, amarillo cadmio y una veladura naranja por el sudor. El contraste con el azul de Prusia de las camisetas rivales, el casi violeta cardenalicio que asume también ese azul por la transpiración, los vivos blancos como trazos alocados. Las manchas ágiles ocres, pardas y sepias y siena de los muslos, vivaces, dignas de un Bacon. Entrecierre los ojos y aprécielo así... Bueno... Eso, eso es la pintura.

Aún estaba el Soda con los ojos entrecerrados cuando al viejo arreció.

--Observe, observe usted esa carrera intensa entre el delantero de ellos y el cuatro nuestro. El salto al unísono, el giro en el aire, la voltereta elástica, el braceo amplio en busca del equilibrio... Bueno... Eso, eso es la danza...

El Soda procuraba estimular sus sentidos, pero sólo veía que los rivales se venían con todo, porfiados, y que la pelota no se alejaba del área defendida por De León.

--Y escuche usted, escuche usted... --lo acicateó el viejo, curvando con una mano el pabellón de la misma oreja donde había tenido el auricular de la radio y entusiasmado tal vez al encontrar, por fin, un interlocutor válido--... la percusión grave de la pelota cuando bota contra el piso, el chasquido de la suela de los botines sobre el césped, el fuelle quedo de la respiración agitada, el coro desparejo de los gritos, las órdenes, los alertas, los insultos de los muchachos y el pitazo agudo del referí... Bueno... Eso, eso es la música...

El Soda aprobó con la cabeza. Los muchachos no iban a creerle cuando él les contara aquella charla insólita con el viejo, luego del partido, si es que les quedaba algo de ánimo, porque la derrota se cernía sobre ellos como un ave oscura e implacable.

--Y vea usted a ese delantero... --señaló ahora el viejo, casi metiéndose en la cancha, algo más alterado--... ese delantero de ellos que se revuelca por el suelo como si lo hubiese picado una tarántula, mesándose exageradamente los cabellos, distorsionando el rostro, bramando falsamente de dolor, reclamando histriónicamente justicia... Bueno... Eso, eso es el teatro.

El Soda se tomó la cabeza.

--¿Qué cobró? --balbuceó indignado.

--¿Cobró penal? --abrió los ojos el viejo, incrédulo. Dio un paso al frente, metiéndose apenas en la cancha--. ¿Qué cobrás? --gritó después, desaforado--. ¿Qué cobrás, referí y la reputísima madre que te parió?

El Soda lo miró atónito. Ante el grito del viejo parecía haberse olvidado repentinamente del penal injusto, de la derrota inminente y del mismo calor. El viejo estaba lívido mirando al área, pero enseguida se volvió hacia el Soda tratando de recomponerse, algo confuso, incómodo.

--...¿Y eso? --se atrevió a preguntarle el Soda, señalándolo.

--Y eso... --vaciló el viejo, tocándose levemente la gorra-- ...Eso es el fútbol.

9 may 2012

¿De qué sirve la 
riqueza en los bolsillos,
 si hay pobreza en
 la cabeza?

30 abr 2012

No fue bueno verte de nuevo, no debió haber pasado nunca. Lo que mejor te sale es provocar.
Fueron un par de días, volvimos a fingir que estábamos felices de desearnos otra vez.

Vos siempre estás enamorada de lo que intentás destruir.
Dejas la luz prendida para dormir..

28 abr 2012

Acto 2


1)Rodolfo Walsh
(Rodolfo Walsh, Victoria, perros)

Walsh: Rodolfo Walsh, escritor, periodista. 
Asesinado en Buenos Aires en 1977. 
Tres meses antes había muerto Victoria,
mi hija. (Abre un libro) La Ilíada:
"Junto a su padre luchaba Arpalión.
Una flecha aguda se hundió en su nalga
y partió la vejiga, se incrustó en el hueso. 
Mojaba la sangre los brazos del padre
mientras lo llevaba a Troya y lloraba. 
Por un hijo que muere 
no hay recompensa."

Victoria! Aquí me ves, leo la Ilíada, la 
guerra de Troya. Hay una hija de Príamo:
Polixena. Te le parecías tanto hija mía: 
rebelde, obstinada, orgullosa. A Polixena 
la degollaron en honor a Aquiles.

Tenia veinte y seis años mi hija Victoria 
cuando cayó muerta. 
Argentina se parecía 
cada vez más  a un barrio de Troya. 
Como tantos chicos que repentinamente
se hicieron adultos, 
mi hija anduvo a los saltos.
Huyendo de casa en casa
por todo Buenos Aires.
No se quejaba, 
sólo su sonrisa se volvía desvaída. 
Nos veíamos cada quince días. 
Caminando en la calle o en una plaza. 
Hacíamos planes para vivir juntos. 
Pero ambos presentíamos
que no iba a ser posible.
Que uno de esos encuentros
iba a ser el último.
Y nos despedíamos simulando valor. 
Consolándonos de la anticipada pérdida.

Más de cien soldados rodearon la casa.
Con tanque, Helicóptero
y ametralladoras. 
Victoria, en camisón 
corrió hasta la azotea.
El combate duro una hora y media.
Mi hija conocía el trato
que ejército y marina 
dispensaban a los prisioneros
y pensaba 
que el pecado no era hablar 
sino caer viva. 
De pronto hubo silencio, 
dejó el arma en el piso. 
Victoria se levantó, se acercó a la cornisa.
Flaca, de pelo largo, el camisón de noche. 
Alicia en el país de las pesadillas. 
Habló con vos alta pero tranquila:
"No nos matan ustedes", dijo a la tropa
"Nosotros elegimos morir" y luego
llevó una pistola a la sien, 
y apretó el gatillo.

Tenía miedo por tí y vos por mí,
ahora el miedo es tu dolor. Te quise tanto. 
No pude despedirme,
en el oscuro se mueren
los perseguidos. Nos queda la memoria 
como único cementerio. Ahí te guardo, 
te acuno, te celebro y quizás te envidio. 
"Mojaba la sangre los brazos del padre. 
Mientras lo llevaba a Troya y lloraba. 
Por un hijo que muere
no hay recompensa."

27 abr 2012

Promesas sobre el bidet

Por favor no hagas promesas sobre el bidet. 
Por favor no me abras más los sobres.
Por favor yo te prometo te escribiré
si es que para de llover.  
Por favor, sigue la sombra de mi bebé, 
por favor, no bebas más, por favor no llorés. 
Por favor, yo te prometo te cuidaré
si es que paras de correr.
¿Porque me tratas tan bien, me tratas tan mal?
Sabés que no aprendí a vivir. 
¡A veces estoy tan bien, estoy tan down!
Calambres en el alma.
Cada cual tiene un trip en el bocho, 
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo.

26 abr 2012


(La buena felicidad dicen que no se nota)

24 abr 2012

amar la trama más que desenlace

23 abr 2012

Sally Mann





Yo sé que me llevé mucho pero quiero volver por el resto.

Crimen es matar
Crimen es robar
Un crimen es mentir
Mi crimen es no decir

Crimen es omitir
Suprimir, prescindir
No revelar ni expresar
Conservar.

Callar es ser un criminal
las ideas encerrar
Dar cárcel en la mente
Levantar un muro transparente

Las ideas mudas lastiman
Arañan y desgarran
Nos pudren y torturan
Mueren y escapan

Vuelven y vuelven
Se quedan, fijas
Intactas y presentes
Estallan

Que floten
Libres, indomables
Absolverlas, pugnarlas
Perdonarlas.

16 abr 2012

No quiero estar siempre buscando algo más allá.
Siempre pensado que hay alguien más.
Siempre sufriendo por lo que no hay.
Jamás poniéndote en mi lugar.
Cuando miro adentro tuyo me asusto de lo que hay.
Cuando veo tus ojos y no estás.
Si mis lágrimas de amor te alejan cada vez más.
¿Es que de verdad no hay nada?
¿Será que esta vez es el final?
Será que esta vez es el final..

2 abr 2012

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo lo quise, y a veces él también me quiso.
En las noches como esta lo tuve entre mis brazos.
Lo besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Él me quiso, a veces yo también lo quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no lo tengo. Sentir que lo he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin él.
Y el verso cae al alma como el pasto al rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarlo.
La noche está estrellada y él no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberlo prdido.
Como para acercarlo mi mirada lo busca.
Mi corazón lo busca, y él no esta conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no lo quiero, es cierto, pero cuánto le quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar tu oído.
De otra. Será de otra. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no lo quiero, es cierto, pero tal vez lo quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta lo tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberlo perdido.
Aunque este sea el último dolor que él me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

29 mar 2012

Si estamos juntos,
¿Qué importa el mundo?

26 mar 2012

Porque sí

Aunque mil veces me fui corriendo
nunca me olvido de donde vengo,
es la conciencia que no la uso
pero la tengo.

Está volviéndome loco,
está apostando con mis porotos,

algunas veces me jode un poco sentirme viejo.

Cuando me veas en otra
y no te pase pelota
dejame solo, pero ni a palos
te vayas lejos.

13 mar 2012

Hola Facultad

Lo desconocido siempre ha impulsado, a lo largo de la historia,
una de las características más particulares del hombre, la de investigar
y descubrir distintas maneras de desarrollarse, progresar y adaprtarse
al mundo en el que vive para así facilitar su vida en este.
Es por esto que cuando uno se ve forzado a adentrarse en algo que no conoce
o no puede controlar, es cuando las capacidades de razonar que nos distinguen
de muchos animales se ponen a prueba.
La falta de consignas, de órdenes, o de patrones preestablecidos puede
presentarse como un problema, pero es necesario comprender que el hombre
tiene a su alcance las herramientas para poder crear y lograr lo que se
proponga, más aún si las posibilidades que tiene para llevar a cabo
su objetivo se acercan a lo infinito o donde el límite impuesto es casi inalcanzable.
El actuar bajo esta falta de límites permite lograr esa espontaneidad
característica del ser humano que lo ha llevado a lo largo de la historia a
alcanzar lo que se creía imposible.
Es por esto que no hay que asustarse ante lo desconocido o lo
abstracto sino que hay que aprovechar esta circunstancia para poder
usar todo nuestro potencial tomando ventaja de que no hay nada que nos oprima
a ser como somos, es decir dejar de ser herramientas o piezas de algo
preestablecido para empezar a comportarnos como seres humanos.